Queridos Tendenciosos (que no pretenciosos) y Amantes de la Moda, el compromiso de cuidar al máximo mis Posts me obligó, como única vía de compatibilidad temporal, a postear una vez por semana, pese a ello, los días pasan rápido y ¡Ya estoy aquí de nuevo!
Esta semana ha sido especialmente intensa para mí. Y es que, como os dije, iniciaba Nuevo proyecto al frente del grupo Joly, y en estos días se ha materializado. Una columna los martes y un reportaje los jueves que espero que semana a semana y pasito a pasito vayan prosperando (…)
Los que hacemos Periodismo, siempre hemos de tener presente al escribir cuestiones como la concisión, la precisión y un montón de palabrerío más terminado en –ión, el problema es que en este caso, yo soy de los que aún cuando me se la teoría, no la aplico a la práctica. De esta forma, cuando se trata de hablar sobre Giambattista Valli, creo que es imposible hacerlo sin emplear una caravana de adjetivos que lo engrandezcan. Si a esto, además le añadimos la premisa –Alta Costura– es inevitable que esa caravana de adjetivos adquiera la dimensión de carrusel de elogios y el juego lingüístico que deriva de ello, acabe por subirlo a los altares (…)
Siempre me gusta contarlo, pero es que mi relación con los diseñadores y su trabajo es de lo más promiscua, en el caso de Valli, rompo la norma y me muestro fiel desde el primer día que vi su trabajo. Pocos saben que el genial Giambattista se formó en los talleres de Úngaro, y aún son menos los que recuerdan que, cuando aún era todo un desconocido, fue el encargado de diseñar el maravilloso vestido de novia de Nieves Álvarez.
Desde aquel momento, y he de decir que yo era aún bien peque, su nombre se me quedó grabado y temporada tras temporada sus colecciones se han ido convirtiendo en auténticos acontecimientos para mí. Creo que la máxima ha llegado en su último trabajo, su propuesta para la Alta Costura Fall Winter 2012.
Tras el desastre de Dior, lo de éste genio ha sido puro derroche de savoir faire, creo que aunque hiciera 5 Posts hablando de lo mismo no transmitiría cuán admiración me produce este maestro de la aguja (…) pero lo de mis delirios y devenires por Valli no cesa aquí, y es que creo que he visto el video del desfile más de 100 veces (…)
Tanta locura contenida y tanta admiración profesada hacen que sobren las palabras, los elogios sepan a poco y las imágenes, más que nunca, valgan más que mil palabras (…) ¡Feliz Semana! ¡Se os quiere!
No he podido resistirme a mostrar mi columna y mi reportaje...
(Este será el último Post antes de cerrar el Blog por vacaciones, la semana que viene me despediré de una forma muy especial)